domingo, 11 de noviembre de 2012

A tientas

El zen dice: "Piensa en todas las grandes palabras y en las grandes enseñanzas como en tus enemigos mortales. Evítalas, porque tienes que encontrar tu propia fuente" No tienes que ser un seguidor, un imitador. Tienes que ser un individuo original; tienes que encontrar por ti mismo tu esencia más profunda, sin guía, sin Sagradas Escrituras que te guíen. Es una noche oscura, pero con el fuego interno de la indagación estás destinado a llegar al amanecer; de hecho, todos los que se han abrasado con la indagación intensa lo han encontrado. Otros solamente creen. Pero áquellos que creen no son religiosos: al creer están evitando simplemente la gran aventura de la religión.



OSHO, Zen: Turning In, cap. 10

domingo, 4 de noviembre de 2012

El día que Andrés Suárez me hizo magia

Estaba sentada en la mesa, mirándolo curiosa, sin sentir nada. Su voz perfecta era agradable pero nada más. No había nada más dentro de mí. Impasible, imperturbable, helada. "¿Qué me pasa? (pensé en algún momento) antes, yo era cálida como un fuego amable, me subían burbujas de emoción por la espalda y podía emborracharme de ti en cualquier momento, con tan sólo recordar el contacto de tus labios. En cambio ahora soy como una roca que intenta imaginar que siente el niño que corretea a su alrededor"
Sonó entonces esta canción

 

y entraron tus imágenes en mi torrente sanguíneo como una descarga de adrenalina y ya no pude pararlas. Se lanzaban al vacío desde mis ojos, de forma lenta y constante, los hijos que no tuvimos (el niño gamberro y la hija inteligente a la que nunca habría que regañar por no hacer los deberes), las cortinas del salón de algún azul cielo, la cama dónde íbamos a pasar las horas muertas, los paseos por la ciudad, las risas contagiosas, la mágica rutina, todos los besos que nos dimos y todos los besos que guardábamos para algún después. 

Todo lo que fue y lo que nunca ha llegado a ser en cuatro ocasiones ya. Jamás pensé que tendría tantas costuras en el alma, cada nombre bordado de diferente color, con una textura distinta. Con un dolor propio. 

Hoy he llorado la pena sorda que a veces me oprime el pecho por no haber sido la madre de tus hijos. Por sentir que todo debió suceder tal y como aconteció. Que no hubo nada erróneo. Que no había escapatoria. Que estaba escrita cada coma, cada suspiro, cada lágrima que he derramado por ti. Que no hay más que pueda hacer que encontrar la alegría en el vacío que me dejas. 

No creas que me desagrada la lección, al contrario, la considero muy valiosa. Es sólo que, en días como éste mi piel busca expresarse a través de otra piel (aunque no a cualquier precio). Recuerdo entonces la tuya e inevitablemente me confundo un poco. Son días tontos, en los que ya no sé si aún te quiero o tan sólo echo de menos que el yo, que dormirá esta noche lo más abrigado que pueda, se acurruque en un nosotros.

Anahata

Hay días grises en el corazón de todos. Días en los que tu cuerpo se levanta de la cama pero tu alma no lo acompaña porque prefiere quedarse acurrucada entre las mantas y no oír, no ver, no sentir más por un rato. Y siendo la mitad de lo que eres te sumerges en la rutina intentando no sentir ese vacío en el lugar donde debiera latir algo...y te distraes, y sueñas que se acerca alguien con tu corazón entre las manos y te lo devuelve....

Es entonces cuando te das cuenta. Nadie tiene que devolverte el corazón. Es más difícil todavía: debes que devolvértelo tu mismo.

domingo, 28 de octubre de 2012

Agotamiento emocional

Dice Osho: "Alguien que vive según sus criterios inamovibles se vuelve duro; alguien que vive según la "consciencia" permanece blando. ¿Por qué? Porque es natural que quien tiene algunas ideas sobre cómo vivir se vuelva duro, ya que tiene que llevar puesto continuamente su propio personaje. Este personaje es como una armadura, es su protección, su seguridad:toda su vida ha estado dedicada a esa personalidad, de modo que siempre reacciona frente a las situaciones en base a ella, no directamente. Si le haces una pregunta, su respuesta ya está preparada, lo cual constituye una señal de que se trata de una persona dura; es torpe, estúpida, mecánica. Puede que sea como un buen ordenador, pero no es un ser humano. Haces algo y reacciona de una forma prefijada. Su reacción es predecible: es un robot. 

El auténtico ser humano reacciona espontáneamente: si le haces una pregunta, ésta recibe una respuesta, no una reacción; abre su corazón a tu pregunta, se expone a tu pregunta, responde a ella..."




jueves, 23 de agosto de 2012

Cuestión de poder

No puedo dejar de pensar
en abrasarte la piel
dejando el surco de mis labios
por cada zona que arraso.
Anillar tu cintura con muslos blancos
mientras asgo tus doradas crines
y galoparte así
fuerte y segura, cálida y tierna
guiándote hacia el éxtasis
más profundo e infinito
que han soñado tus dedos alguna vez rozar.
Quiero derramarte lentamente
hasta sostenerte apenas en un hilo.
Quiero estar absolutamente preparada
cuando la fiera se despierte,
porque quiero que sienta
que soy yo y no otra
la amazona a la que, a partir de ahora,
rendirá pleitesía.

viernes, 17 de agosto de 2012

Días de lluvia

Me derramo sobre el papel
como poesía líquida.
Goteo suave e incesantemente,
susurrando en lágrimas.
No necesito cortar en rojo el aire
porque es tan sólo una pequeña tormenta
en un verano demasiado cálido.
Lluvia tranquila, serena, armónica,
como un dolor sordo.
Un charco invisible
me moja los pies
me derrito como hielo al sol
lenta, pausadamente
sin miedo a la muerte.
Me guardo un as en la manga:
sé que no es eterno.
Sé que mañana
en vez de hielo seré río
y correré alegre
por un universo de color.

jueves, 9 de agosto de 2012

Colores en el viento

Te siento rodeándome con tus inagotables brazos, dorados y limpios. Te siento recorrerme de punta a punta. Hoy no hay parte de mí que no sepa que estás aquí conmigo. Siempre lo has estado pero yo no siempre lo he sabido. Te preocupaste mucho porque creciera sana y fuerte, porque encontrara palabras de aliento y consuelo cuando las necesitaba. Siempre sentí que tu casa era mi hogar, desde muy pequeña. A veces incluso notaba como tu enorme mano acariciaba mi cabeza, delicado y tierno. Por eso nunca me creí que fueras ni siquiera un poco oscuro. Jamás. Eres tierno y bondadoso. No podía ser de otra manera porque eres mi padre. Ha llegado el momento de que utilice todo lo que me has dado sin reservarme nada. Ahora soy fuerte y estoy dispuesta. Sé que estarás ahí cuando me flaqueen las piernas. Permíteme ser plenamente consciente de tu presencia hasta en los
momentos más negros, porque sé que los habrá, pero no me importa, no quiero tener más miedo de ser quién soy: una de tus hijas. Perdómane por todas las ocasiones que aún me sentiré indigna de ser luz aunque no hay otra cosa que desee más en este mundo. Por eso, quiero regalarte mi entusiasmo, mi energía y mis ganas de vivir. Acéptalos, son tuyos. Como el resto de mi ser.

lunes, 6 de agosto de 2012

El peso de mi nombre

Hoy mi reflejo parece distinto. A veces me gusta sentarme delante del espejo y observarme detenidamente. Llevaba mucho tiempo reconociendo las mismas formas, los mismos brillos y oscuridades de mi piel pero hoy hay algo diferente. Todavía no sé qué es, tan sólo sé que me gusta, que me hace más completa. Anoche me llamó por mi nombre. No lo esperaba. En absoluto. Pronunció cada letra con precisión y armonía y se quedó en silencio, esperando a que su hechizo retirara lentamente el nombre de Sophie, ése que durante tanto tiempo he utilizado, ése que forma parte de mí pero que no soy yo. Él lo supo, me pilló entre bambalinas mientras me cambiaba para la siguiente actuación y no me dejó terminar de vestirme. “Conmigo no” me dijo, “no esta noche”. Quiso, como Juan Ramón Jiménez, que yo volviera a ser poesía desnuda ante sus ojos.

Vino, primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de hiel y sin sentido!
Mas se fue desnudando
y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica
y apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

                                 Juan Ramón Jiménez


viernes, 29 de junio de 2012

Volando a Buenos Aires

Me envuelve la música como una estola de pelo negro. Me abriga el cuello, los hombros desnudos, los inquietos pies. Cierro los ojos mientras paladeo las notas dulzonas que juegan curiosas sobre mi lengua y descienden hacia mi vientre como un aliento de hogar. Estoy sentada, como de costumbre, en la barra, tamborileando suavemente el ébano mientras sujeto una copa. Hoy el color es rojo fuego. Contrasta con el vestido negro que he elegido para esta noche. Medias oscuras, zapatos negros, flor negra sobre pelo negro. Labios rojos, por supuesto. Sigo saboreando el ambiente, la madera cálida. Es mi sangre vino caliente con especias. Una mano grande, segura acaricia la piel de mi espalda. "Éste maravilloso tango se merece una gran celebración". Su acento argentino me hace sentir como si me acariciase con mil manos. Me dirige con suave decisión hacia un lugar despejado y aprieta apenas mi cuerpo contra el suyo. Titubeo en los primeros pasos pero pronto somos uno. Latimos al mismo compás, con el mismo susurro. Soy una extensión de sus piernas, de sus brazos. Se posan sus manos como amables palomas sobre mi cintura mientras me gira y sostengo profunda su mirada al volver. Se acerca más y puedo sentir su nariz acariciando mi cuello. "Eres preciosa" me susurra "tu piel blanca y suave, tus ojos penetrantes y oscuros. Quiero hacerte mía en esta eterna noche" "Soy tuya desde la primera vez que cruzaste la puerta" "Entonces ven a mí". Me sujeta con firmeza por la cintura mientras cae mi torso hacia atrás, me acaricia lentamente desde el cuello hasta el vientre y al regreso me encuentro sus labios jugosos como fruta fresca, forrados de terciopelo blanco. Se abre paso con su lengua hasta mi más profundo deseo. No puedo pensar... Me despierta la madrugada. Él está en mi espalda. Se funden nuestros cuerpos de una forma tan natural qué me antoja absurda. Siento que no quiero que deje de abrazarme nunca. Pero la realidad es inevitable, me da un beso y un abrazo cruzando así la puerta que sale de mi vida. La cierro muy despacio, temiendo el portazo, y vuelvo a una habitación que me parece enorme. Recorro la estancia con la mirada un poco perdida, es por eso que tardo en darme cuenta. Me ha dejado, sobre la mesilla de noche, un pequeño trozo de su vida.



sábado, 12 de mayo de 2012

Silencio....no molesten....

áquellos que no sienten este Amor
arrastrándoles como un río
áquellos que no han bebido un amanecer
como una copa del manantial
ni tomado una puesta de sol como cena

áquellos que no quieren cambiar

dejádles dormir

Hz Mevlana  Rumi

domingo, 29 de abril de 2012

Fases lunares

Me desenfoco (sólo a veces) y observo mi vida a través de un caleidoscopio.
Se divide en pequeñas y extrañas piezas de colores
que de pronto parecieran
no encajar....me asalta el miedo
y busco
desesperadamente
 el camino de baldosas
amarillas...  sin embargo,
al más leve giro,
forman un perfecto mosaico....
y respiro entonces,
visiblemente aliviada...


lunes, 16 de abril de 2012

¡Lo logré!

Anclada entre dos voces
que cantan al mismo sueño
incapaz de volar
dejando atrás mis miedos
Desear no es hacer.
Movimiento.
Todo fluye, y entonces
se puede, se quiere.
Anclada en este pensamiento
paso horas contemplando
la sola idea de moverme
sinuosa como el viento
de bailar desnuda
a la luz de la luna.
Correr detrás del veloz ciervo
y darle caza.
(aunque, a veces, sea mejor esperar)
No llorar en la primera caída
y sonreír tras la última.
Fuerza implica
fe en uno mismo.
A veces pesan las palabras
como si fueran hechos.
Agua: desliz impaciente
en un lecho de roca viva,
envejece y muere de azul turquesa.
Seré esa agua
que cabalga la montaña
voy a ser como música
disfrazándome de sonidos exóticos
ardientes, melancólicos,
dolorosos, místicos.
Seré libre, por unas horas.
Mi voluntad me hará libre,
y antes de que mi cepillo
se enrede entre el pelo cano
este reloj de arena
ha de perderse en el desierto.

domingo, 8 de abril de 2012

Seconds flat

Si mi vida fuera de película, seguramente protagonizaría esta escena más de una vez...




miércoles, 21 de marzo de 2012

A veces cuando fumo crack

¿Qué es la realidad? Hablamos muy a menudo de ella, decidimos casi a diario qué consideramos “real” y qué no. Igual que la belleza. Es o no bonito. Pero es este un concepto que asumimos más fácilmente como relativo. Es o no bonito para mí.


No soy ni mucho menos la primera ni la última persona que se plantea esta cuestión. Me gusta desenfocarme de vez en cuando y pensar por ejemplo: ¿Cómo podemos saber que el mundo que perciben los daltónicos no es el mundo “real” y que no somos el resto los que sufrimos de “no daltonismo”?¿Percibes tu acaso el mismo color que yo, la misma forma, la misma música? ¿Cómo y quién es capaz de determinar qué es la locura?¿Y una analítica normal?  Se considera “normales” los valores que presenta en condiciones de salud la mayoría de la población.

Se corta en un punto de una forma arificial, lo que quiere decir que siempre hay alguien que se escapa. Habrá personas con “valores normales” que estén enfermas (para su organismo no son valores adecuados) y personas con “valores anormales” que estén sanos. Jugamos con probabilidades. En los ensayos clínicos la mejor “certeza” es del 99,999% , nunca del 100%. Nos aproximamos a la verdad de las cosas (si consideramos verdad como concepto global, objetivo y único).

Hay un concepto hindú muy interesante al respecto. Maya. Vivimos en una ilusión de conocimiento de la verdad  pero lo único que conocemos es una aproximación de la misma. Como un retrato robot. Como un mapa. La verdad es el terreno pero nosotros sólo podemos ver un mapa. Maya es confundirlos. Confundir el mapa con el terreno.


Y así conceptos como  “Realidad", “Normalidad”, “Cordura”, “Salud” han ido haciéndose tan relativos para mí que a veces tengo que agarrarme para no caerme. Porque cuando se llega a tal conclusión se mueve el suelo bajo los pies y todos tus esquemas se vienen abajo. ¿Podría estar, como los protagonistas de El Mundo de Sophie, estar viviendo dentro de la imaginación de alguien? ¿En Matrix? Y a veces cunde el pánico y sientes ganas de vomitar. Porque no es nada fácil andar sobre un superficie que se está moviendo. Pero como cuando viajas en barco, es cuestión de acostumbrarse.

Por otro lado, necesitamos “verdades incuestionables” (axiomas) sobre las que construir nuestra vida. Necesitamos por ejemplo creer que el día seguirá a la noche, que después del invierno vendrá la primavera, que si tocamos el fuego nos quemaremos. Necesitamos sentirnos seguros. “Controlar” nuestro entorno.

Por eso os recomiendo que si llegáis a tales conclusiones no os volváis locos y continuéis con vuestras rutinas pero manteniendo la mente abierta, dejando que los esquemas se rompan y se reorganicen, y se vuelvan a romper y a reorganizar.

Be water, my friend.

martes, 13 de marzo de 2012

Quiéreme menos pero quiéreme mejor



 "Lo quiero con toda el alma, pero yo me quiero más. Él piensa que me quiere, que me adora, pero lo cierto es que a veces me trata a patadas y eso no es amor." Me he visto reflejada en sus lágrimas, escrita en sus palabras y dolorida en sus heridas. Es lo que me ha hecho venir hasta aquí, hasta esta silla de esta plaza tan poco concurrida. En una ciudad desconocida, como lo fueron todas las ciudades que exploré contigo. Estoy sentada cerca de una iglesia, ya sabes cuánto me gustan. La contemplo y veo el ella siglos de miedo y esperanza recogidos y prensados en cada una de sus piedras. Y mirándola, me hago la misma pregunta que he intentado contestarle horas antes ¿Tan difícil es hacerme feliz? "Yo quiero un hombre que me entienda y me respete. Joder, yo creí que éste era el bueno. El definitivo". Y ahí estoy yo otra vez, comulgando con sus piedras de molino.
No creas que no se me hace cuesta arriba cuando imagino a veces (todavía) que te abrazo, porque de sobra sé que fuiste humo. Humo de color rosa a veces y teñido de verde en otras. Pero que por desgracia, casi siempre, se pintó de gris oscuro.


martes, 6 de marzo de 2012

Restos de un naufragio


Dibujo lentamente tu silueta
con la saliva de mis manos
mientras me persiguen juguetonas
tus pupilas negras.
Beso cada espacio, cada vacío hueco
de tu piel morena
mientras caen sobre tus piernas
mis rizos en cascada oscura.
Tu corazón late al ritmo de mi boca.
Quiero sentir cómo te estremeces
por cada poro de mi piel.
Quiero bañarme en tu espuma blanca
y sentir como te mueres,
tan sólo un segundo,
antes de caer rendido
a mis pies.


Esto me quedó. De nuestro barco imaginario. El que se hundió antes de construirse. Te lo advertí. Sophie está de horas bajas. No quisiste escucharme. Ni comprenderme. Ni respetarme. Esto es todo lo que te queda. Una promesa que ya nunca se cumplirá.

Aurevoir

martes, 28 de febrero de 2012

All that jazz


Era una plaza bastante concurrida. Yo estaba sentada al sol, detrás de mis gafas, sin prestar atención a las palabras que revoloteaban a mi alrededor. No podía dejar de escuchar su música. Rasgaba las cuerdas con dedos tan ágiles, que no pude evitar imaginármelos acarrando notas de mi cuerpo. Iba bien vestido, no encajaba sentado en aquel banco de aquella plaza. Me encantaba. Dos inadaptados en un lugar que no les correspondía pero que eligieron tomar en un momento dado. Se me antojó libre y misterioso. Sonreía mientras tocaba. Me pareció la sonrisa más bonita de aquel mundo. En mi mente, besaba con pasión -y un poco de ternura- su tersa piel. Quería que su música me acariciara. Que me envolviera la sinfonía de sus brazos. Que sus labios me sostuvieran en el cielo, un segundo, antes de dejarme caer sobre un lecho de plumas blancas.

Tuve que hacerlo. Me levanté, me acerqué con paso decidido y le acaricié suavemente la espalda. Nuestras miradas se cruzaron, se posaron mis labios en su oído y lentamente, le susurraron: llámame.

martes, 14 de febrero de 2012

En otra vida quizá....

Erwin Olaf. Serie Hope

Me asaltan las ganas de besarte
como olas en la noche
rompiendo la aparente calma,
sacudiéndome el cuerpo
con la frecuencia en que me miras.
Tiembla el suelo bajo mis pies
cada vez que abres la boca
se desatan huracanes que destrozan,
si por ventura llegas a rozarme,
el indiferente muro que levanto
de arena y sal.
Se resiste mi deseo a abandonar tu cuerpo
a deshacerse en palabras que se pierdan
como la ceniza con la que acaba el fuego.
Un fuego que fue casi real,
durante el suspiro de un segundo,
antes de perderse para siempre
en el silencio de tu boca.

sábado, 4 de febrero de 2012

Échame la culpa

«Todos los hombres que conozco se acuestan con Gilda, pero se levantan conmigo» decía Rita Hayworth. Gilda era sexy y divertida. Sensual, apasionada, arriesgada, emocionante. Una diosa fuerte y lejana al alcance de la mano. Supongo que Rita era diferente. Era una mujer con una gran personalidad y profundidad, según se comenta. Aunque tenía algo de lo que Gilda carecía: era humana. Por lo tanto tendría miedos, sueños, aspiraciones, necesidades... Y claro, cuántos hombres son capaces de asumir las dos caras de la moneda.



Así que,  imitando a Gilda, dejaré por ahora que algunos hombres se acuesten con Sophie pero no que se levanten conmigo. Hasta que algún interesado aparezca con mi desayuno en bandeja de plata.


 

sábado, 28 de enero de 2012

Un circo de tres pistas

Camps absuelto. Las relaciones estrictamente comerciales incluyen ahora "te quiero tío, eres mi amigo del alma". Garzón se sienta en el banquillo por desenterrar huesos que incomodan. Un barco que se hunde con su capitán en puerto. Guerras santas. Robos al pueblo en el nombre del pueblo...

Cuando escucho y leo todo esto pienso en Billy Flynn, abogado en el Chicago de los años 20. Para él no son importantes ni los coches caros, ni los trajes, ni mucho menos el dinero. Si a él sólo le importa el amor...



¿Y qué debería hacer yo al respecto? ¿Intoxicarme diariamente leyendo y leyendo para tener así la ilusión de que soy capaz de intuir siquiera los hilos que me convierten en marioneta? ¿Ignorar y dejarme mecer sin conocimiento alguno? ¿Centrarme únicamente en vivir lo mejor que pueda sin culpabilidad alguna?


No soy capaz de hacer ninguna de las tres cosas. Tengo la firme convicción de que ya que las instituciones están formados por personas, sólo podrán ser honradas y justas aquellas instituciones formadas por personas honradas y justas. Un río no nace claro si está formado por gotas de barro. No se construye una casa sólida sobre cimientos podridos.

¿Eres tú honrado? ¿Y justo? ¿Siempre? ¿Con los demás y contigo mismo? ¿Podrías serlo más? Contestar sinceramente estas preguntas e intentar cambiar las respuestas negativas en tu día a día es el primer paso para cambiar toda una civilización.

Espero que el espectáculo haya sido de tu agrado. Vuelve pronto.

miércoles, 25 de enero de 2012

Pesos

La calle está oscura y desierta. Camino muy despacio, centrando mi atención en el apoyo de los pies contra el suelo. Clac, clac, clac. Se respira paz. No estoy asustada. No pienso "estoy sola en mitad de la noche y soy vulnerable". Hoy no es día para eso. Camino fuerte, decidida, con la mirada al frente, sonriendo. Degustando cada nota del silencio que me envuelve. Un momento sosegado que da sentido al ajetreado día. La calle es mía. La luz de las farolas me busca para acariciarme. Las ventanas me miran amables y los perros no me ladran al pasar. Vengo orgullosa a la par que algo triste. Es una tristeza pequeña pero maciza que ha caído sobre mi vientre como una piedra que cae en un estanque: al principio todo se estremece y las ondas confusas se extienden por toda la superficie. Más tarde sólo el fondo será consciente de su presencia. Aún así, aún sintiendo tu peso detrás del ombligo, hoy, me he sentido poderosa mientras caminaba entre las flores.

sábado, 21 de enero de 2012

Bienvenue chez Sophie




Siempre he querido tener mi propio número aunque me dé vértigo bajar del escenario y mirarte a los ojos.
Bienvenido

A mi espectáculo. Unas veces será alegre, otras dramático, pero siempre recuerda que todo podría ser mentira.

Sophie