«Todos los hombres que conozco se acuestan con Gilda, pero se levantan conmigo» decía Rita Hayworth. Gilda era sexy y divertida. Sensual, apasionada, arriesgada, emocionante. Una diosa fuerte y lejana al alcance de la mano. Supongo que Rita era diferente. Era una mujer con una gran personalidad y profundidad, según se comenta. Aunque tenía algo de lo que Gilda carecía: era humana. Por lo tanto tendría miedos, sueños, aspiraciones, necesidades... Y claro, cuántos hombres son capaces de asumir las dos caras de la moneda.
Así que, imitando a Gilda, dejaré por ahora que algunos hombres se acuesten con Sophie pero no que se levanten conmigo. Hasta que algún interesado aparezca con mi desayuno en bandeja de plata.
A veces es mejor fingir ser otra hasta estar segura de en quien puedes confiar. Me ha encabtado leerte Sophie
ResponderEliminarYo no finjo ser otra, sólo potencio una parte de mí a conveniencia y mientras no me suponga un problema claro. A tu salud!!
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