martes, 6 de marzo de 2012

Restos de un naufragio


Dibujo lentamente tu silueta
con la saliva de mis manos
mientras me persiguen juguetonas
tus pupilas negras.
Beso cada espacio, cada vacío hueco
de tu piel morena
mientras caen sobre tus piernas
mis rizos en cascada oscura.
Tu corazón late al ritmo de mi boca.
Quiero sentir cómo te estremeces
por cada poro de mi piel.
Quiero bañarme en tu espuma blanca
y sentir como te mueres,
tan sólo un segundo,
antes de caer rendido
a mis pies.


Esto me quedó. De nuestro barco imaginario. El que se hundió antes de construirse. Te lo advertí. Sophie está de horas bajas. No quisiste escucharme. Ni comprenderme. Ni respetarme. Esto es todo lo que te queda. Una promesa que ya nunca se cumplirá.

Aurevoir

No hay comentarios:

Publicar un comentario