Hay días grises en el corazón de todos. Días en los que tu cuerpo se levanta de la cama pero tu alma no lo acompaña porque prefiere quedarse acurrucada entre las mantas y no oír, no ver, no sentir más por un rato. Y siendo la mitad de lo que eres te sumerges en la rutina intentando no sentir ese vacío en el lugar donde debiera latir algo...y te distraes, y sueñas que se acerca alguien con tu corazón entre las manos y te lo devuelve....
Es entonces cuando te das cuenta. Nadie tiene que devolverte el corazón. Es más difícil todavía: debes que devolvértelo tu mismo.
En esos días es cuando uno aprende y se conoce a sí mismo :)
ResponderEliminarBuena reflexión guapa. Me alegra verte por aquí, un beso.
ResponderEliminarOoooh! Qué buena reflexión! Me gusta!
ResponderEliminarExactamente Eru. Gracias! Un beso
ResponderEliminarGracias Phant, Ono. A veces se me olvida y está bien recordarlo. Días tontos los tenemos todos. Muak
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