Me derramo sobre el papel
como poesía líquida.
Goteo suave e incesantemente,
susurrando en lágrimas.
No necesito cortar en rojo el aire
porque es tan sólo una pequeña tormenta
en un verano demasiado cálido.
Lluvia tranquila, serena, armónica,
como un dolor sordo.
me moja los pies
me derrito como hielo al sol
lenta, pausadamente
sin miedo a la muerte.
Me guardo un as en la manga:
sé que no es eterno.
Sé que mañana
en vez de hielo seré río
y correré alegre
por un universo de color.
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